La monarquía romana fue la primera
forma de gobierno de la ciudad-estado de Roma, y corresponde a un periodo que
va desde el 753 a. C. hasta el 509 a. C., cuando fue expulsado el último rey,
Tarquinio el Soberbio, instaurándose la República romana.
Rómulo (753-717 a. C.)
Rómulo no sólo fue el primer rey
romano, sino también su fundador, junto a su gemelo Remo. En el año 753 a. C.,
ambos comenzaron a construir la ciudad junto al Monte Palatino, cuando, según
la leyenda, Rómulo mató a Remo por haber atravesado sacrílegamente el pomerium.
Rómulo dividió a la población de Roma entre hombres fuertes y aquellos no aptos
para combatir; los combatientes constituyeron las primeras legiones romanas,
mientras que el resto se convirtió en los plebeyos de Roma, y de todos ellos,
Rómulo seleccionó a 100 de los hombres de más alto linaje como senadores,
quienes fueron llamados patres, y sus descendientes serían los patricios, la
nobleza romana.
En un principio, Rómulo, al ver que la
ciudad poseía gran cantidad de varones y pocas mujeres, en un intento de
garantizar el futuro de la metrópoli, Rómulo invitó a los sabinos a un
festival, donde raptó a las mujeres sabinas y las llevó a Roma. Luego de la
guerra con los sabinos, provocada por el rapto, Rómulo unió a los sabinos y a
los romanos bajo el gobierno de una diarquía junto con el líder sabino Tito
Tacio, quien posteriormente murió. De esta mezcla nace el pueblo romano como
tal.
Numa Pompilio (716-674 a. C.)
Tras la muerte de Rómulo, el reinado
de la ciudad recayó sobre el sabino Numa Pompilio, quien es recordado por su
sabiduría y su reinado marcado por la paz y la prosperidad. Numa fue recordado
como el más religioso de todos los reyes, por encima incluso del propio Rómulo.
Bajo su reinado se erigieron templos a Vesta y Jano, se consagró un altar en el
Capitolio al dios de las fronteras Terminus, y se organizaron los flamines, las
vírgenes vestales de Roma y los pontífices, así como el Collegium Pontificum.
Además, este rey fue quien instauró un calendario basado en 12 meses.
Numa Pompilio es caracterizado como
hombre bondadoso y amante de la paz, pues sembró ideas de piedad y de justicia
en la mentalidad romana. Durante su reinado, las puertas del templo de Jano
estuvieron siempre cerradas, como muestra de que no había emprendido ninguna
guerra y que la ciudad se encontraba en paz. Tras 43 años de reinado, la muerte
de Numa ocurrió de forma pacífica y natural.
Tulo Hostilio (673-642 a. C.)
Tulo Hostilio fue muy parecido a
Rómulo en cuanto a su carácter guerrero, y completamente opuesto a Numa debido
a su falta de atención hacia los dioses. Tulo fomentó varias guerras contra
Alba Longa, Fidenas y Veyes, de forma que Roma obtuvo así nuevos territorios y
mayor poder. Fue durante el reinado de Tulo cuando Alba Longa fue completamente
destruida, siendo toda su población esclavizada y enviada a Roma. De esta
forma, Roma se impuso a su ciudad materna como el poder hegemónico del Lacio.
El rey sostuvo tantas guerras que
descuidó la atención a las divinidades, por lo cual, según sostiene la leyenda,
una plaga se abatió sobre Roma, hallándose el propio rey entre los afectados.
Cuando Tulio solicitó la ayuda de Júpiter, el dios respondió con un rayo que
redujo a cenizas tanto al monarca como a su residencia. También erigió un nuevo
edificio para albergar al Senado, la Curia, que existió durante cinco siglos
tras la muerte del rey, cuyo reinado llegó a su fin tras 31 años de duración.
Anco Marcio (641-617 a. C.)
Tras la misteriosa muerte de Tulio,
los romanos eligieron al sabino Anco Marcio, un personaje pacífico y religioso,
para que los gobernase como nuevo rey. Era nieto de Numa Pompilio y, como su
abuelo, apenas extendió los límites de Roma, luchando tan sólo en defensa de
los territorios romanos cuando fue preciso. Fue quien construyó la primera
cárcel romana en la colina del Capitolio.
El tamaño de la ciudad se incrementó
gracias a la diplomacia ejercida por Anco, que permitió la unión pacífica de
varias aldeas menores en alianza con Roma. Gracias a este método, consiguió el
control de los latinos, realojándolos en el Aventino, y consolidando así la
clase plebeya de Roma. Tras 24 años de reinado murió posiblemente de muerte
natural, como su abuelo antes que él, siendo recordado como uno de los grandes
pontífices de Roma. Fue el último de los reyes latino-sabinos de Roma.
Tarquinio Prisco (616-578 a. C.)
Tarquinio Prisco fue el quinto rey de
Roma, y el primero de origen etrusco, presumiblemente de ascendencia corintia.
Tras emigrar a Roma, obtuvo el favor de Anco, quien lo adoptó como su hijo. Al
ascender al trono, libró varias guerras victoriosas contra sabinos y etruscos,
doblando así el tamaño de Roma y obteniendo grandes tesoros para la ciudad. Una
de sus primeras reformas fue añadir 100 nuevos miembros al Senado procedentes
de las tribus etruscas conquistadas, por lo que el número de senadores ascendió
a un total de 300. También amplió el ejército, duplicando el número de
efectivos hasta 6000 infantes y 600 jinetes. Utilizó el gran botín obtenido en
sus campañas militares para construir grandes monumentos en Roma. Entre estas
obras destaca el gran sistema de alcantarillado de la ciudad, la Cloaca Máxima,
cuyo fin fue drenar las aguas de un pequeño arroyo del Tíber que solían
estancarse en los valles situados entre las colinas de Roma. En el lugar de las
antiguas marismas, Prisco inició la construcción del Foro Romano. Otra de las
innovaciones del rey fue la creación de los Juegos Romanos.
Desgraciadamente, fue asesinado tras
38 años de reinado por los hijos de su predecesor, Anco Marcio. Su reinado es
recordado además por haber introducido los símbolos militares romanos y los
cargos civiles, así como por la celebración del primer triunfo.
Servio Tulio (578-534 a. C.)
Tras la muerte de Prisco, su yerno
Servio Tulio le sucedió en el trono, siendo el segundo rey de origen etrusco
que gobernaba Roma. Como su suegro anteriormente, Servio libró varias guerras
victoriosas contra los etruscos. Utilizó el botín obtenido en sus campañas para
erigir las primeras murallas que cercaran las siete colinas romanas.
Alcanzó renombre por desarrollar una
nueva constitución para los romanos, con mayor atención a las clases
ciudadanas. Instituyó el primer censo de la historia, dividiendo a las gentes
de Roma en cinco clases económicas, creando además la Asamblea centuriada.
Utilizó asimismo el censo para dividir la ciudad en cuatro tribus urbanas,
basadas en su ubicación espacial dentro de la ciudad, estableciendo la Asamblea
tribal. Su reinado también destacó por la edificación del templo de Diana en la
colina del Aventino.
Las reformas de Servio supusieron un
gran cambio en la vida romana: el derecho a voto fue establecido con base en la
riqueza económica, por lo cual gran parte del poder político quedó reservado a
las élites romanas. Sin embargo, con el tiempo Servio favoreció gradualmente a
las clases más desfavorecidas, para obtener de esta forma un mayor apoyo de
entre los plebeyos, por lo cual su legislación puede definirse como
insatisfactoria para la clase patricial. El largo reinado de 44 años de Servio
Tulio finalizó con su asesinato en una conspiración urdida por su propia hija
Tulia y su marido Tarquinio, su sucesor en el trono.
Tarquinio el Soberbio (534-509 a. C.)
El séptimo y último rey de Roma fue
Tarquinio el Soberbio. Hijo de Prisco y yerno de Servio, Tarquinio también era
de origen etrusco. Fue durante su reinado cuando los etruscos alcanzaron la
cúspide de su poder. Tarquinio usó la violencia, el asesinato y el terror para
mantener el control sobre Roma como ningún rey anterior los había utilizado,
derogando incluso muchas reformas constitucionales que habían establecido sus
predecesores. Su mejor obra para Roma fue la finalización del templo a Júpiter,
iniciado por su padre Prisco.
Tarquinio abolió y destruyó todos los
santuarios y altares sabinos de la Roca Tarpeya, enfureciendo de esta forma al
pueblo romano. El punto crucial de su tiránico reinado sucedió cuando permitió
la violación de Lucrecia, una patricia romana, por parte de su propio hijo
Sexto. Un pariente de Lucrecia y sobrino del rey, Lucio Junio Bruto, convocó al
Senado, que decidió la expulsión de Tarquinio, quien moriría posteriormente en
Cumas, el año 495 a. C. Esta expulsión supuso el fin de la influencia etrusca
tanto en Roma como en el Lacio, y el establecimiento de una constitución
republicana.
Tras la expulsión de Tarquinio, el
Senado decidió abolir la monarquía, convirtiendo a Roma en una república en el
año 509 a. C. Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino se convirtieron en
los primeros cónsules del nuevo gobierno de Roma, el que a la larga lograría la
conquista de casi todo el mundo mediterráneo, y que perduró durante casi
quinientos años hasta la ascensión de Julio César y César Augusto.
Actividad.
Construya un mapa conceptual que explique la Monarquía, señalando en este los los siete reyes y los principales aportes entregados a la cultura romana durante sus reinados.
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